miércoles, 10 de octubre de 2018

Después de 12 años

-Campanas suenan-

"Un vaivén al amanecer, todos los días con la disposición de servirle a los más necesitados, preparamos la sopa para los indigentes, es el monasterio de la capital, muchos vienen y van, somos los bienaventurados elegidos por nuestro señor para cumplir con su voluntad; el servirle al más necesitado, al de poca fe, al perdido, al desesperanzado.

Todos los seres representan una historia individual, por muy semejante que sea una situación la manera de afrontarlo siempre será distinta, eso depende del ser, de su mente, de su debilidad y de lo que el destino hizo para forjarlo, comento esto porque a lo largo de toda la vida he visto personas que han tenido las mas precarias situaciones de vida y lo han afrontado de una forma sensata, nunca perdiendo la fe en la bondad de nuestro señor, así como también personas que desfallecen por situaciones mínimas e incomparables, de todas las personas que ayudo hay unas que se quedan en mi alma, que nunca olvido, que su historia me marca.

Los que servimos al señor tenemos ese único propósito, nuestra individualidad queda en tercer plano, pues no necesitamos de lo superfluo de una personalidad, pues estamos elegidos para servir, con la única compensación de ser especiales por ser elegidos.

Sin embargo le menciono todo esto para que entienda que no tengo más propósito que el descrito, me despido deseándole un feliz y bendecido porvenir, Dios le bendiga"

Att: Sor Juliana

Es la carta que recibí cuando menos lo necesitaba.

El sonido de un monitor que me confunde al sentido de no saber si tener más esperanzas o perder la poquita fuerza que me quedaba, la luz blanca siempre y los gritos y sollozos de una madre que queda afligida y sola por la muerte de su hijo, la emergencia de pediatría, nunca existió un lugar más triste, nunca un trabajo tan infeliz para quien allí labora, porque aunque el niño se recupere, es esa la sala donde se evidencian mayores infortunios, injusticias y desgracias, seres inocentes que padecen, personal que se vuelve frío, lejano e incrédulo, robots automatizados.

-Su hija sufrió un paro cardíaco, la reanimamos y pudo salir de él-

Fue esa la frase más hermosa que en toda mi vida había escuchado, sabía que mi pequeña era fuerte, que desde que nació había luchado contra todo y contra todos, que juntas habíamos logrado vencer a la muerte. De nuevo.

Hubo un día como cualquier otro en el que una simple tos le dio inicio a lo que llamo hoy mi pesadilla, un catarro común dio inicio a que a parte de llevarse a mi hija me enterase yo de la peor verdad.

Al acudir al centro hospitalario que la venía tratando ya desde hace mucho tiempo me encuentro con la grata sorpresa de cursar palabras con una vieja amiga; quien al igual que yo se alegra mucho de coincidir juntas y me acompaña a recetar a mi hija, me ayuda con los bolsos mientras yo muevo la silla de ruedas...

-¿Ashley ya lo sabe?-

Es aquí donde comienzo a perder un poco el hilo de la conversación y asumí que mi amiga quizás se había confundido un poco y no estaba orientada en lo que me interrogaba.

-¿Saber qué?-

Lo de sus orígenes, sus antecedentes claro.

-Por supuesto, es una niña que no es igual a los demás, es muy inteligente pero tiene limitaciones propias de su enfermedad, sabe de todas sus intervenciones, sabe por todo lo que ha pasado y lo fuerte que ha sido-

No es eso Sofía... ¿Ashley no sabe sobre su verdadera madre? 

-SIGUIENTE.-

Han pasado 14 días, me encuentro con mi hija en la terapia intensiva, respira por tubos, hay médicos que se creen con el derecho de decir que mi hija tiene o no el criterio para vivir, su corazón late, el resto de su cuerpo no reacciona, todo su organismo está poseído por bacterias, no deja de convulsionar, a final de cuentas no se si realmente merezca la pena todo ese sufrir, no se si a eso se le pueda llamar vivir, pero una madre jamás está preparada para ver partir a un hijo.

Haciendo memorias recuerdo que en febrero del 2011 fue cuando supe que sería madre, fue un día feliz, en agosto del mismo año cuando los médicos antes de darme a mi hija en los brazos me dieron la noticia de que la niña no sería una niña normal, era portadora de Arnold Chiari tipo 2, un tipo de malformación congénita del sistema nervioso central, le harían algunas cirugías, pero no sería nunca una niña normal, aún así tomé a mi niña en los brazos y la quise desde el primer instante, dediqué mi vida a ella.

Y es así como todos esos recuerdos se dibujan en mi memoria, todos los años que han pasado, todo lo que hemos sido felices, lo que la he cuidado, dedicación y amor, solas Ashley y yo, por eso pienso que también saldremos de esta maldita habitación, que será de nuevo la niña que siempre fue. Llena de luz.

-Señora, su hija sufrió segundo paro cardíaco, hicimos todos lo posible, lo siento mucho-...

A Sor Juliana:
"He de confesarle que jamás imaginé una historia tan vulgar y corriente, tan vacía y que justifique de una forma tan cochina la inspiración del cine barato, tanto perderse, tanto esconderse en la sotana de "su salvador" para ocultar la verdad que hay detrás de tan abominable ser, como siempre dicen que entre cielo y tierra no hay nada oculto, pues lo certifico.

No podría decir que me enteré tarde o temprano de esto, solo se que fue en el momento indicado, no es bueno juzgar a nadie por su pasado, pues todos tenemos uno, tal como es el suyo, sumida en la drogadicción, la prostitución y quien sabe que más, pero eso fue muy su vida, aquí lo que yo le cuestiono es meter a dos inocentes en sus cochinos asuntos y en su deplorable realidad.

¿Cómo alguien es capaz de creerse muy puro por 3 golpes de pecho y un par de oraciones? ¿Cómo siguen ciegos entre 4 paredes creyéndose superiores, creyéndose elegidos? ¿Cómo un ser tan despreciable como usted puede ser tratado con respeto?.

El daño que me hizo realmente no fue directo, porque los 12 años que viví con Ashley fueron los 12 años más perfectos, con más dedicación, con mayor cuidado y amor, pero ahora es aquí donde me pregunto ¿Qué hizo usted con mi hija? ¿Qué hicieron los médicos con el cadáver de mi hija?

A esto procedería de forma legal, pero resulta que la justicia está tan marginada como la religión, los sistemas son abominables y las vidas humanas son a conveniencia, todo es un juego, nada en serio, a menos que seas del clérigo, o alto en la política, del resto somos ceros con un órgano con sístole y diástole.

No creo en esas cosas, pero le deseo con todas mis fuerzas, que si es que existe... Se pudra en el infierno"

Att: Sofía Carvajal


Autor: Maricarmen Paez A.