lunes, 3 de junio de 2019

El jardín habla.

Soy un jardín hermoso, con azucenas, tulipanes de dulce aroma, 
con grama que reverdece y malangas exóticas que languidecen.

Soy un jardín hermoso, lleno de vida, lleno de verde vida, verde que inspira, verde que calma. 
Soy un jardín hermoso en el que también hay espinas,muy llano y amplio sin colinas.

Soy un jardín que alberga las más bellas flores y los más húmedos espacios llenos de oscuridad, no existe la totalidad, 
sigo siendo un jardín hermoso que se encuentra oculto entre las sombras de una ciudad. 

Soy las más bellas flores glaceadas de rocío,  son el aroma y el colibrí, soy lo frío y lo cálido, soy el ladrón y el alguacil.

Sigo siendo lo que fui hace un par de años, lo sigo siendo contigo y sin ti. 

Soy el jardín en otoño, con sus hojas cayendo, desnudando el árbol triste y cubriendo la grama cansada.

Soy el jardín en invierno, con el agua corriendo, borrando la pena de estar en desvelo,  borrando caricias, borrando las huellas de un verano en tus brazos, invierno creando, invierno creyendo. 

Jardín en verano, lleno de recuerdos, el sol azotando, secando a sus anchas tus crudos engaños, quemando a mi paso sucesos en vano, jardín en verano, verano en sus brazos. 

Soy el jardín en primavera, irreconocible como ninguno, en mi etapa más dulce, en mi víspera de no tener, en mi engaño inconstante, en creer sin saber, primavera que miente, primavera no siente.

Soy el jardín más extraño, el más humano, el más errado. 
Soy el jardín que no ha concluido porque en cada estación se va reinventando. 

Jardín de tus besos, jardín de tus brazos, jardín en otoño, jardín en verano. 

Maricarmen Paez 

domingo, 2 de junio de 2019

Imaginaba...

Me imaginaba a tu lado cuando el frio de la noche y la ausencia de tus manos en mi piel ardían en la madrugada.

Me imaginaba... Imaginaba que nada de esto había pasado, que era el mismo ser pensante de hace más de un año. 

Imaginaba, y mi mente era y es un arma poderosa para evadir lo que no conviene a mi realidad. 

Imaginaba que estaba feliz a tu lado, en familia, con amor de sobra, con amor que nos sale por los poros,  y cuando imaginaba eso mi alma sentía calma, sentía quietud y daba una breve pausa a ese sentir amargo de extrañarte. 

Imaginaba lo que sería de mi cuando por fin te olvide; si es que lo logro, imaginaba mi vida fría de sentimientos y amplia en éxitos profesionales y virtudes humanas, incrédula del amor. 

Imaginaba... Imaginaba tu sonrisa dando de nuevo los buenos días, llevando el café a la cama... Hasta que caigo en cuenta, y resulta que no imaginaba, que recordaba...

De recuerdos vivo, y en base a recuerdos mantengo silente este corazón cansado de latir, estas canciones de Sabina sin escuchar, estos discos sin sonar, estos labios sin besar. 

Imaginaba que mi musa había muerto, que no volvería, imaginaba mal, agradezco tu presencia y tu ausencia en mi vida. Siempre me has hecho bien, aun cuando no has estado, me has enseñado.

Donde quiera que estés, un abrazo en la distancia que me imaginaba que no existía.  

Maricarmen Paez