martes, 2 de julio de 2019

Luz de junio

Luces me despiertan, en la triste despedida de mis sentimientos, en mi apego cansado de no confiar, llegas en junio, abres tus brazos, mencionas con tus labios palabras que haces hermosas. 

Haces del lenguaje algo confiable, luz de junio, primavera que llega, palabras amables, lenguaje de un reino, llegaste lejano de un cuento de hadas, luz de junio.

En un bosque oscuro, que sobresale en la inmensidad por su amplia fantasía, increíble como todo lo venido de tu reino, inefable como la magia que alberga cada una de tus palabras, que convierten mis latidos en truenos, que me sacan de la inanidad franca donde estaba. 

Luz de junio, sin saber si eres real o te sueño, saboreando un encuentro entre labios dulces, inefable encanto. Me elevas, me subes sin siquiera tocarme, sin siquiera tenerte. !Oh bendito el día que por fin te conozca, si es que existes! Si es que tu vibra realmente es tangible, si no eres producto de mi mente que te añora.

Y así pasan las horas, y el bosque florece, se hace viva la llama, el palpitar de mi alma me hace más viva, me hace de nuevo una humana, luz de junio, gracias por venir, gracias por hacer de las palabras una literatura clásica,  hacer de mi mundo un lugar más amable.

M.P

lunes, 3 de junio de 2019

El jardín habla.

Soy un jardín hermoso, con azucenas, tulipanes de dulce aroma, 
con grama que reverdece y malangas exóticas que languidecen.

Soy un jardín hermoso, lleno de vida, lleno de verde vida, verde que inspira, verde que calma. 
Soy un jardín hermoso en el que también hay espinas,muy llano y amplio sin colinas.

Soy un jardín que alberga las más bellas flores y los más húmedos espacios llenos de oscuridad, no existe la totalidad, 
sigo siendo un jardín hermoso que se encuentra oculto entre las sombras de una ciudad. 

Soy las más bellas flores glaceadas de rocío,  son el aroma y el colibrí, soy lo frío y lo cálido, soy el ladrón y el alguacil.

Sigo siendo lo que fui hace un par de años, lo sigo siendo contigo y sin ti. 

Soy el jardín en otoño, con sus hojas cayendo, desnudando el árbol triste y cubriendo la grama cansada.

Soy el jardín en invierno, con el agua corriendo, borrando la pena de estar en desvelo,  borrando caricias, borrando las huellas de un verano en tus brazos, invierno creando, invierno creyendo. 

Jardín en verano, lleno de recuerdos, el sol azotando, secando a sus anchas tus crudos engaños, quemando a mi paso sucesos en vano, jardín en verano, verano en sus brazos. 

Soy el jardín en primavera, irreconocible como ninguno, en mi etapa más dulce, en mi víspera de no tener, en mi engaño inconstante, en creer sin saber, primavera que miente, primavera no siente.

Soy el jardín más extraño, el más humano, el más errado. 
Soy el jardín que no ha concluido porque en cada estación se va reinventando. 

Jardín de tus besos, jardín de tus brazos, jardín en otoño, jardín en verano. 

Maricarmen Paez 

domingo, 2 de junio de 2019

Imaginaba...

Me imaginaba a tu lado cuando el frio de la noche y la ausencia de tus manos en mi piel ardían en la madrugada.

Me imaginaba... Imaginaba que nada de esto había pasado, que era el mismo ser pensante de hace más de un año. 

Imaginaba, y mi mente era y es un arma poderosa para evadir lo que no conviene a mi realidad. 

Imaginaba que estaba feliz a tu lado, en familia, con amor de sobra, con amor que nos sale por los poros,  y cuando imaginaba eso mi alma sentía calma, sentía quietud y daba una breve pausa a ese sentir amargo de extrañarte. 

Imaginaba lo que sería de mi cuando por fin te olvide; si es que lo logro, imaginaba mi vida fría de sentimientos y amplia en éxitos profesionales y virtudes humanas, incrédula del amor. 

Imaginaba... Imaginaba tu sonrisa dando de nuevo los buenos días, llevando el café a la cama... Hasta que caigo en cuenta, y resulta que no imaginaba, que recordaba...

De recuerdos vivo, y en base a recuerdos mantengo silente este corazón cansado de latir, estas canciones de Sabina sin escuchar, estos discos sin sonar, estos labios sin besar. 

Imaginaba que mi musa había muerto, que no volvería, imaginaba mal, agradezco tu presencia y tu ausencia en mi vida. Siempre me has hecho bien, aun cuando no has estado, me has enseñado.

Donde quiera que estés, un abrazo en la distancia que me imaginaba que no existía.  

Maricarmen Paez 

lunes, 27 de mayo de 2019

Salí corriendo.

Hoy era exactamente el día 20, el día veinte de todos los que he vivido uno por vez y de todos los que me falta vivir, un día a la vez.

Era el día veinte y el reloj andaba ya por las 3 de la tarde, el día gris, mi mente gris y el desanimo atinando mi existencia. Al mando en estas cuatro paredes se encontraba la desesperanza y la baja estima, la inanidad y el poco sentido de pertenencia.

Salí corriendo cuando tantos pensamientos malos me acorralaron, salí corriendo!

Una parte que no conocía de mi reconoció a esa mujer pálida del espejo y le dio cariño, salí corriendo tomada de la mano de esa mujercilla que empezó a vivir un día a la vez.

Me invité a dar unas vueltas, me llevé al cine, me permití reír un rato, empecé a salir conmigo misma, y sin sentir culpa la pasé muy bien, al llegar a casa todos esos sentimientos negativos se habían fugado, al menos por hoy.

Pero como es hoy lo que me importa, estamos bien.

Me alegra que en el día 20 a las 3 pm pude salir corriendo a tiempo, no dejé que el nudo en mi garganta me atrapara todo el día. Me alegra poder dar un paso a la vez y vivir un día a la vez.

No es fácil, pero de peores he salido.

Y pues por acá les dejo una canción que tiene mucho peso para mí y para toda mi existencia, a lo largo de mi vida he tenido altos y bajos, como todo en esta vida, pero me atrevería a decir que la desdicha en el amor siempre me acompaña, y este tema es para vivir cada situación, para sentir cada palabra, para expresar lo que queda después que te elevan al cielo y luego te toca bajar de nuevo al infierno donde estabas. y para ti... ¿Qué significa estar en el infierno?

Maricarmen Paez A.

miércoles, 22 de mayo de 2019

En honor a Amy Winehouse...




Pensaba que no iba escribir más, pensaba que sería un poquito más fuerte.

Pero no.

Aquí de nuevo se me junta un par sentimientos que no defino, la inseguridad y la desesperanza, vaya mezcla tan fatal que se lleva mi vigor, que me atrapa en estas cuatro paredes.

Este nudo en la garganta y esta retahíla de posibilidades sobre lo que pasó.

Inevitable interrogarme en mis horas malditas de insomnio.

Es caerme y hundirme en las sábanas, y querer salir adelante, pero sin ganas.

De haber sabido que iba a quedar peor que como me encontraste... Ni te habría mirado.

Defino mi estado como nauseabundo, y no es psicógeno, están presentes las náuseas.

No tengo muchas palabras ya. Solo quisiera desaparecer y no sentir más este absurdo día a día.

Vuelven mis horas malas, me acosan mis horas tristes, no se van, no me dejan.

He vuelto a la inanidad, donde estaba antes...

¿Qué lo hace diferente esta vez?

M.P

domingo, 19 de mayo de 2019

Un par de cartas al azar, Buenos Aires año 2001

Querida Mariela:

"Me asombra lo que leo, me asombra esta situación tan perdida y tan circunscrita, me deja atónita contemplar tantos cambios, me inquieta ver esos bares tuyos tan abandonados.

Se que no eres la sombra de lo que eras hace un año, de la minusvalía que tenías, de la mente desconfiada y dañada, de las neuronas nadando en licor, me alegra ver como los meses te han suavizado... -Si es que fueron los meses-

Sin embargo querida mía, me atrevo a decir que aunque luces perfecta tu mirada está ida, te noto como evades cierto tipo de situaciones, noto como ignoras ciertos temas de conversación y se que hay lemas que no quieres que te mencionen.

Ha pasado algún tiempo y felicito ese ímpetu de no querer desfallecer, te felicito por salir de tu zona de comfort y encarar la vida. Estoy completamente al tanto de tu maternidad frustrada, se de una situación que no quieres que te nombre, no lo haré, así como el llanto de ese niño que no escucharás.

No eres una mujer de carácter fácil, no eres mujer de gustos corrientes, no te tomas cualquier café, tus cambios de humor no son fáciles de entender, se que a veces no puedes ni contigo misma, pero aún así me gustaría darte varios aportes, y uno de ellos es que vivas tu luto, que llores un rato, que evadas el tema, que lo grites que lo calles, pero que vivas un día a la vez.

y mi otro consejo y no menos importante; no te enamores de nuevo de la soledad, no le pongas esa coraza, no te enfríes de nuevo, no regreses al bar, no gires en torno a botellas vacías, tu vida ha girado sin parar, los cambios han sido positivos en su mayoría, no hemos tenido que tomar medidas de impacto. Me despido y te envío un enorme abrazo. Espero poderte ver pronto."

Att: Psic. Alana D´Vecchis, Marzo 97


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Querida Dra. Alana

Le escribo en respuesta a la carta recibida a esta dirección de correo, Mariela hace ya un par de semanas no está con nosotros, los bares siguen sin ella, le hemos buscado. 

Tiene razón en decir que realmente su caracter era una mierda y me disculpa lo coloquial pero quien sabe sobre mentes aquí es usted. Tengo varios años intentando sobrellevar la vida con ella, y no ha sido fácil, son muchas diferencias, sin embargo estoy seguro de mi amor por ella y reconozco que hay suficiente madurez en mi parte como para no tirar todo por la borda por ciertos detalles.

A veces siento que cuando me necesitó no estuve, no fue mi intención, aún así la herí, Cuando perdimos a nuestro hijo ambos nos alejamos, todo se nubló, de allí en adelante nada fue igual.

Mariela no ha regresado a los bares porque lamento informarle que hace 2 semanas ya no está con nosotros.

PD: no sabemos si está muerta, solo sabemos que ya no está con nosotros.

Att: El esposo de Mariela, Septiempre 99

Ha muerto una musa.

En la hora imprecisa, el camino incierto me grita peligro.

El camino andante me muestra olvido.

Me he hecho la vista gorda y el canto mudo.

Ha muerto una musa, ha muerto una estrella.

Se lleva con ella palabras hermosas, se lleva mi risa con sus apellidos.

Me trae la calma de la soledad, me trae la memoria que evade.

Ha muerto la musa, y llega con ello la alergia al romance.

Ha muerto la musa y deja al poeta.

El poeta no sabe si sigue escribiendo, si sigue cantando.

Ha muerto la idea de flores al altar.

Ha muerto la musa con su idea de maternidad.

Se ha ido el recuerdo de un 14 más.

Son versos tristes, es luto activo, ha muerto mi musa.

Ha muerto quien siente palabras directas.

Ha muerto la fuente de mi idilio complejo, de mis frases exactas.

He muerto una musa, y deja un teclado viudo y un poeta ciego.

Maricarmen Paez A.

viernes, 17 de mayo de 2019

He tocado a tu puerta

Frío viento, frío sudor por mi espalda se desliza, detenido el tiempo, pensamientos vuelan, me cobijan,  siento mi palpitar, desvanezco y a la vez se que estoy viva.

He tocado a tu puerta, sintiendo este frio, sintiendo este susto. Me he arriesgado.

Mirando a lo lejos suspiro... ¿habrá algo peor que no intentarlo?

He tocado a tu puerta muriendo de susto, sumida en el miedo.

Pensando en tu risa que tengo tan lejos, tus ojos cambiantes, tu pelo que anhelo.

Mientras habitas en cada sentido, mientras te adentras en mis sentimientos, tan fuerte tan hondo, me hundo en suspiros. 

He tocado tu puerta, he dejado una carta y me he dado la vuelta.

He vencido el orgullo, he alcanzado la idea de romper el silencio.

Pesa menos mi ego, es de peso el sentir, esto que río, esto que sueño.

He tocado tu puerta y he dejado una nota.

Lista para esquivar la misma piedra, lista para hacerme más humana, más equivocada, más humilde.

He tocado tu puerta. Y ha sido un gran logro. He vencido un monstruo de 27 años.

He tocado tu puerta sin esperar resultados.

Maricarmen Paez

miércoles, 15 de mayo de 2019

Seguirás siendo


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Y es así como desde este muelle quizás subo con mis propias manos aquél equipaje.

El equipaje que contiene tanto y que realmente pesa poco, que quizás en el fondo muero por no dejar partir.

Seguirás siendo mi ayuda infinita, la sonrisa constante, la respuesta presente.

Seguirás siendo la mano amiga, mi soporte en caídas, el café en mis mañanas.

Te dejaré partir y aunque no quiera me tocará decir un adiós que no saldrá de mis labios.

Te seguiré pensando como alguien presente, de ti me queda una historia.

Me queda la historia de los amores  bonitos, me queda la prosa que quiere escribirse, me queda una pluma sin tinta en mi mente.

Seguirás siendo lo bonito que afoca lo negro que tengo.

Quizás yo vuelva a los bares, quizás te llore y quizás regrese al muelle a esperarte, quizás yo quiera ser la otra loca de San blás.

Pero tú no, tu solo seguirás siendo el primer hombre en la lista de mis amores bonitos.

Te dejaré un adiós que no leas, que no escuches, te dejaré un aroma que no huelas.

Mientras tanto tú seguirás siendo de forma inmediata mi nudo triste en la garganta, que no se disuelve, que no se solapa.

Seguirás en el recuerdo de cada cosa que creí perdida, hasta que la encuentro, seguirás eterno en la frase “Nunca pierdes las cosas”

Seguirás siendo el abrazo que me dabas por las mañanas, seguirás siendo las “buenas noches amor”

Tú seguirás siendo luz como lo son las estrellas, que no se alcanzan que no se tienen, pero allí están.

Yo seguiré leyendo, yo seguiré escribiendo, la distancia no funciona para marcar olvido.

Te harás letras, te harás prosas, te harás versos, serás la historia que pernocta en mis sueños.
Seguirás siendo en mi vida mi gran amor.

Seguirás siendo mi grandote, mi chiquito, el mago que convirtió al monstruo en conejo.

Seguirás siendo quien me hizo dócil, quien me hizo calma.

Me despido sin adiós en un océano como siempre infinito, sin saber a dónde vas, sin saber como llegaste.

Me despido sabiendo solamente algo hermoso, que aunque me entristece me alivia.

Ya no hay rencor, solo te digo…
Que tú seguirás siendo.

Maricarmen Paez.

lunes, 13 de mayo de 2019

La hora del error indescifrado

El vacío que deja una marcha constante hacia terrenos desconocidos. 

Fue el 7 de abril del año que no me importa, cuando de nuevo tuve el mismo accidente de hace un tiempo, de nuevo se me fue la mano con el alcohol, de nuevo me puse a conducir en ese estado y la desinhibición que las elegantes copas de champaña me otorgaron trajeron como resultado...

Mi rostro desfigurado. 

No soy ni la sombra de la hermosa mujer que un día fui, pues claro, vengo de la repugnancia de aceptar ser humillada. 

Ese mismo 7 de abril abrí la puerta de la oficina y lo que mis ojos vislumbran bastó para dejarme inconforme con mi existencia por quizás un par de año. 

Seguimos en los mismos deseos pueriles, repetidos, saciar el sexo, distintas mujeres, crear desconfianza. Me faltaba mucho amor propio ese día.  Me faltaba un poquito de vida. 

Di media vuelta y con más tristeza que rabia me subí al carro en busca del primer bar que me empujara al abismo de la inanidad. Los bares llenos de personas,  con más odio que bríos no pude enfrentar el hecho de tener  compañia.

Recuerdo que en casa aun quedaba la botella de champaña de nuestro aniversario, la que nunca destapamos,  lo que nunca celebramos. Tu exceso de excusas y mi falta de apoyo. 

Me bebí esa botella sin más, el nudo en mi garganta no disminuía, y lo juro por dios si es que existe que solo quería desaparecerme. Increíble como una misma persona te eleva del  cielo a la tierra, o mejor dicho; directo al infierno. 

En mi estado de ebriedad habría anhelado un coma etílico, me habría simplificado la desgracia de seguir recordando.  ¡Malditos días!  
El impacto en mi cabeza prácticamente no dolió, saboreaba mi propia sangre y sentía como mi rostro se desprendía.  Como colgaban pedazos de aquello que tantos elogios recibió.  Me empezaba a ver como me sentía,  sin rostro, desfigurada y vacía. 
Al cerrar mis ojos el tiempo paso sin darme cuenta, habían sido 7 días sumida en la nada, con un tubo en mi garganta, sin nada a que amar. 

Nada más triste que la mujer que no ama.

Nada más horrorifico que verte como te sientes. Desfigurada. 

Maricarmen Paez 

viernes, 29 de marzo de 2019

No pensaba que se iba a quemar


Jugábamos, como dos niños, reíamos, era un día caluroso, un día calmado como muchos otros, la brisa nos arropaba, era aire caliente, un ambiente cálido, sin mucho a su alrededor, sin algo en especial que llamase la atención.
Jugábamos, a las escondidas, al ladrón y al policía, al día de campamento…
-No pensaba que se iba a quemar-
De pronto llegó una brisa que arrasó con todo a su alrededor, mi hermano pequeño se encontraba siempre a mi lado, siempre imitando lo que yo hacía, la brisa y el fuego de aquél día de campamento abrazaron su pequeño cuerpecito en una llamarada convertida en un diminuto humano, que no comprendía lo que sucedía, al igual que yo.
Fue llevado a la ciudad y 20 días luego aún no he sabido de él, no pensé que sería tan grave.
Me enteré que era un gran quemado, que mis heridas realmente no dolían, por la profundidad o algo así, que no lloraba, que no reía, que no hablaba, que ni siquiera respiraba por sí solo, cada vez que recordaba lo sucedido era como si me arrancaran un pedazo de alma si es que existe, cada vez que quitaban los vendajes era sentir la fetidez de la carne podrida y quemada, sabía que no saldría de esta…

Cuando algo tan grave sucede las reacciones no son las esperadas, cuando tienes intacta la piel y el daño es tan magno el evento no duele, solo te apaga, solo te daña para siempre, ya nunca llegarás a ser el mismo si es que logras salir de esta, ya la vida te cambia, ya te toca empezar a ver otro camino por el cual andar, ya no serás ni la sombra de lo que fuiste.
La palabra crítico nunca había tenido tantos significados en mi vida, nunca en tantos años había retumbado en mi cabeza un misma frase que no haya sido dicha por mí, nunca había sentido tanto vacío y tan poco dolor, cuando las llamas arroparon mi cuerpo algo en vez de prenderse dentro de mi… Se apagó.
Vislumbro la niebla, la nada, no escucho siquiera sino máquinas, solo sistemas que de forma automática me hacen amanecer cada día. No pienso regresar al lugar de los hechos, no quiero ni recordar que en ese lugar fui tan feliz, que en ese lugar quise tanto, que en ese lugar confié ciegamente y amé, viví, reí, lloré, en ese lugar nací y morí.
El gran quemado comienza a fallar de forma multisistémica con el paso de los días, si no hay ganas de las células por luchar, el organismo y el alma, si es que existe, han decidido dar de baja al paciente, que todo fallé, que no responda, que no tolere la comida, que haga falla ventricular, que la pseudomona se apodere, que la sepsis sea refractaria a todo, que no haya catecolaminas que valgan, que desde aquél 16 de marzo el gran quemado murió.
No fue la intención directa de su hermano un desenlace fatal, sin embargo desde el punto de vista legal fue declarado culpable. ¿Cómo se vive con esa culpa? ¿Quién merecía una muerte tan horrenda? ¿Por qué no se tomó precaución? ¿Por qué tan seguro de todo?, la eternidad no existe, solo noches frías y largas, solo pensamientos que se llenan con sobrecarga de trabajo.
¿Tiene algo que agregar?
-No pensaba que se iba a quemar-
Maricarmen Paez A.

Cuando un poeta muere


Era tan breve la brisa que calma, tan corta la musa que aviva.
Era tan tenue la luz de mi alma, era tan cierta tu simple mentira.
Muere el poeta al ser engañado, muere la musa al ser destapada.
Cesa la rima del canto celeste, crece la ira en los inocentes.
Es sepultada la risa y el canto, es incesante la llama constante.
Intransigente el acuerdo entre dos, engaño que marca, engaño que mata.
Muere el poeta al ser engañado, muere el poeta quedando grisáceo.
Muere la prisa, mueren las letras, mueren los llantos.
Mueren promesas fundadas en lazos.
Maricarmen Paez A.