miércoles, 25 de septiembre de 2013

¡Soy de mí!


¡Llegaré hasta ese sitio!
Después de luchar y luchar no haré más que asumir la victoria.
Después de verte reír por mi caída no haré más que pisotear tu sonrisa...

Cada escalón me ha hecho pensar en el objetivo...
El final del conteo está por llegar.
Sin trampa y con calma,
El clásico de la vida; luchar, competir, prosperar, ¡ganar!

En el camino disfrutaré del acogedor ambiente, de la pelea por ganar...
Por ganarle a la muerte,
por acabar con lo que me adolece.

Como apareció se irá, nadie lo llamó,
ignoraré sin pena alguna su presencia, y seguiré...
Llegaré a la cima, ganaré la batalla, ganaré la guerra,
daré la pelea, lo mejor de mí, tengo aliados...

Me debato entre la vida y la muerte...
Pero ya no puedo más y de nada sirve mi ideal positivista,
En la vida no todo es perder, pero tampoco es ganar...

Es ver desde ésta montaña que no hay más por recorrer y que la muerte me acompaña...
Llegó mi hora y no me he cansado de vivir, y hasta quisiera continuar.
¡maldita prepotencia!

Mi soberbia hasta la muerte,
tu envidia hasta el cansancio,
triste mi partida, pero anhelado mi regreso...

¡Cáncer no eres nadie! déspota de alegría.
tirano de cobardía, has anclado en mi lugar con tu palidez notoria...
¡Empújame! que por mis propios medios no voy a caer,
no voy a desfallecer frente a un mundo tan pequeño,
no seré uno más que se dejó morir, no seré uno más...

No seré de la eutanasia, no seré de tu partido,
soy de mis sueños, de mis hijos, de mis anhelos,
de la familia que nunca tuve...

¡Soy de mí!

Escrito sobre el cáncer, en el cáncer, durante el cáncer...

Maricarmen Páez Acevedo.

viernes, 30 de agosto de 2013

Es mi estado normal estar en ésta casa, tranquilo, solo y desempleado de tu vida...
En mi aposento me paseo por tu cintura, no se cómo es que lo único que permanece intacto en nuestro amor son tus zapatos color turquesa, ese cuadro detestable en la sala del que tanto hablabas, pero te cuento que ahora soy yo quien habla con él.

Ahora me consuelo con compartir el café de cada mañana atándome al recuerdo de tu voz, y cuando despertaba abrazado a tu espalda, contando tus pecas, con el perfume de tu cabello, ahora somos 2, por lo menos no estoy solo, somos mi recuerdo y yo.

No se a dónde has ido ni porqué, lo cierto es que ha sido un grave error dejar a éste loco extrañándote y teniendo una vida miserable... Bien, no es tu culpa lo sé... Nadie me mandó a enamorarme de una persona que conocí siendo libre, que estando conmigo lo fue y que se ha ido para continuar con su vida. y yo... Yo sin ti, sin ti mi adorada amante, dueña de mi inspiración, circuito cerrado de mis pensamientos, musa de mi percepción...

¿Cómo hago para no ser intenso? si fuiste tú quien me dio a conocer lo que solamente en mi mente existía, fuiste tu quien hizo de mi un hombre más humano, ¡si! humano porque por primera vez sentí desvanecerme al verte marchar, por primera vez visualicé el paraíso mi amor, y lo hice entre tus labios, paseando por tu espalda, por tus caderas, por la cintura en la que me pierdo, así continúo, y así se me pasan los días hablando con tus recuerdos...

De todo lo que empecé a escribir que en realidad no recuerdo, te puedo decir, para concluir ésta carta que han sido los 35 días más tristes de mi existencia, Amelia mi vida eras demasiado perfecta para éste mundo, supongo que por eso te has marchado...

Quien te ama por siempre, Tu esposo Damián.




domingo, 25 de agosto de 2013

A mi esposo...

En silencio y soledad, con la ausencia del café, me suena todo a despedida sin pensar, me suena a que te vas, con un nudo en la garganta descubro que te fuiste hace ya mucho tiempo, y que ésta lluvia trata de empujar versos tristes a ésta pantalla en la que ya no discurre tu sonrisa asfixiante ni el aroma de tu cabellera...

La sonata natural fue una tormenta para mi, porque lamentablemente de ti recogí las sobras, de ti quedaron las migajas de aquél otoño, que en mi país no fue otoño ni fue verano, aún no comprendo ¿por qué me encuentro aquí escribiendo sobre la ausencia de tu presencia?, pues mi vista se nubla tanto y tu recuerdo se hace tan intangible que me da pereza, y solamente pienso en fumarme un cigarrillo mientras no es el grifo del baño lo que suena sino una desesperada llovizna que me suplica que te nombre, que te recuerde y que te acaricie...

Precisamente a ésta hora debo reconocer que  por mucho que he tratado de lamentar tu partida, no he podido sino imaginarme que sigues presente pero inconstante, que sigues visible pero variable, que tu sonrisa ya no es calurosa y que tu cara es una más, que el olvido existe y más cuando a tu puerta llegan miles de flores en pleno verano, que el color de los claveles opaca el pensar en tu voz quisquillosa, sin paz, delirante, que el cantar de los pájaros acaba por completo con tu mirada de reproche ante las sociedad, que después de ti la vida seguía, y sigue, y ¿a que no sabes? la vida es maravillosa, que detrás de éstas letras solamente muerdo mis labios imaginando la llegada de un nuevo amor, que me llene de locuras y que a la vez se convierta en mi refugio, que aplauda mis bromas y que vele mi sueño.

Luego de éstos párrafos caigo en cuenta que no he perdido mi tiempo, y que ya no extraño una presencia, que ya no extraño nada sino lo que era cuando contaba contigo, pero después de éste diluvio ha venido la luz, ¿cómo te explico que estoy a punto de enamorarme? que ha llegado otra persona con quien la vida se lleva muy bien y que en vez de nubes grises aporta paisajes, creo que todo ésto lo he escrito para contarte que me voy de tu vida, no sin antes llevarme tu recuerdo como algo que tuvo su momento y quizás no vaya a repetir jamás, aquí dejo éstas flores en tu tumba mientras confieso que en 10 años nunca miré a los lados hasta hace una semana...

Maricarmen Páez A.

jueves, 22 de agosto de 2013

Besos y rosas, copas de vino, el futuro expectante...

Ésta triada inverosímil, de soborno incuestionable, de libertad exuberante y economía aberrante, no hace más que querer retroceder mi humilde nuevo pensar, hace más que detenerme a la expectativa de besos furtivos, me hace querer ir más allá ante un camino que no es fácil destacar entre los demás porque también es corriente, pero su aire se siente distante, se siente frío, independiente...

Marcharse con el destino a cuestas de una tumba molida, dejada en ruinas en la cuidad de las flores, por eso se ha olvidado, porque no hay más que admirar a las flores en su misma vida, en su aposento, en su felicidad...

Nunca fue mucho pedir que las cosas surgieran de manera natural, pero¿porqué todo ha de surgir en un mismo tiempo? teniendo el mundo y ésta propia vida tantos años, es la tendencia de la misma a obligarnos a incursionar en un laberinto de rosas, de espinas, de agua y soga hasta el cuello, así va todo mientras abarcamos en lo profundo de un sumiso pensar, y volamos, y giramos al rededor del aire, el aire que respiran, el aire que me falta tan sólo de pensarlo, recovecos, adversarios, avances, pistolas, fraudes....

Besos y rosas, copas de vino...

Maricarmen Páez

jueves, 8 de agosto de 2013

¡Bienvenido al universo!

Y como si rectificar las líneas de mis manos fuese fácil sobre un papel carbón, llegas de repente, y sin anunciarte me haces perder un par de minutos mientras te admiro sin observarte, incluso sin tocarte fue una  tertulia inconclusa de dos cuerpos, quizás en un mundo paralelo alguien ... Alguien me dejase sin aliento por primera vez.

Lo increíble existe y me estoy percatando hoy, que con tan sólo ver un atardecer se que lo bueno está por venir, las líneas de mis manos, las líneas con café, una bienvenida sin preámbulos, el extraño que toca la puerta, con desconfianza escucho su propuesta, es un anciano, frágil, con mucho que contar y son muchas las horas que atesoramos en la nada, que resguardamos sin sentir, mientras lo corto de ésta vida, marcha a cuesta de un vencedor ciego, lento pero seguro...

No me he dado cuenta que lo mejor de mi vida no ha pasado, que lo mejor de mi vida es ahora, es en éste momento, son éstos versos, son esos labios, es el trueno que arrasa contra la tranquilidad de los que no tienen un hogar, de los que soñaron con alcanzar estrellas y que se perdieron, que hoy son tan sólo náufragos en su propia tierra, mercenarios de sus virtudes...

Sin moverme en un rincón un día como otros me opuse a creer que detrás del alba existiese una tormenta, que detrás de un absurdo no, existiesen mil razones para confiar, mil razones para creer en algo que aun no empezaba a surgir, pero que premeditaba una opinión pacífica sobre la vida y sus minutos, sobre la noche y un cigarrillo, sobre la luna y un espejo, sobre las nubes en el océano, sobre la inmensidad de un cuerpo que no es tocado porque es sentido con la fuerza mágica de un momento ebrio de historias, de música y de vino, sin darte cuenta has llegado a presenciar el momento celestial y perfecto en el que se une alma, mente, espacio físico y la decadencia de un cuerpo que los años han creado.

Todo eso y más, es lo que se visualiza en menos de un minuto, en tan sólo un pensar, en una letra, en una voz, en un camino a la cocina, a lo infinito de un susurro, de tan sólo recordar, un sabor, una fragancia. una palabra... 

Una bola de cristal se cae con el retumbar de pasos migratorios a otro pensamiento, se quiebra, se diluye su contenido en un veremos y mientras el humo de éste cigarrillo me deja perpleja mientras acaricio una triste melodía sin origen aparente y con destino de éxtasis conocido.¡ Bienvenido al universo !

Maricarmen Páez A.




martes, 18 de junio de 2013

NO TODOS TIENEN TU NOMBRE, (Fragmentos al mentiroso)

No todos tienen tu nombre... -eso pensaba mientras encendía un cigarrillo-

Iba a fumarme ese cigarrillo sin más ganas que las de perder la memoria...
A pesar del tiempo que ha pasado aún se me dibuja tu cara al pensar en una palabra...
Decepción...
¡Si! eres tú el dueño de la decepción pura, magna...

Éste trago a la rocas, al recorrer mi faringe con su quemante sensación me recuerda algo...
Que no todos tienen tu nombre...
Y me lo recuerda porque me ahogué en licor muchas veces para evadir la realidad.
¡Y nada! eres tú, sigues siendo tú con tu cínica facie.

Desestabilizador a pesar del tiempo, a veces me siento atónita y contemplo ésto...
Contemplo la historia, la mentira, el génesis de todo.
Al final se resume a que por mucho que busqué no todos tienen tu nombre,
No todos tienen tu grado de cinismo, no todos están enfermos.

Quiero ayudarte, así como lo hago con todos mis pacientes, pero no todos son como tú.
Han pasado muchos años y quiero que tengas presente que no me olvido de lo que hiciste.
Que en mi mente está muy claro el concepto de ti, ¡Sí! decepción, es tu nombre.
Y no todos lo tienen...
Fue tan vaga tu manera de armar el mundo paralelo que te creí, aún en mi desconfianza.

Mi vida siguió igual sin ti, incluso se puso mejor y más estable, pero recuerda algo...
Nunca voy a olvidar tu conducta...
Nunca voy a olvidar tu conocido modus operandi, no haré nada con eso, no ejecutaré,
Pero no lo voy a olvidar, ¿Y sabes porqué?
Porque no todos tienen tu nombre...

Maricarmen Páez A.

martes, 11 de junio de 2013


Aquí les dejo algo inspirador, así como la luna de hoy, creciente... Buenas noches.

Privación de libertad... El argumento breve de un homicidio (parte 3)

"Quizás era porque no pensaba.." así es... No pensaba decirte que por mucho que quisiera ya no veía cuando tu estabas ahí, ya tocar tu piel para mi era una sensación ajena, besar tus labios era algo sin sentido, no sé y aún no entiendo cómo es que te perdí de vista, que dejé de amar tu sonrisa y el brillo de tus ojos, tu piel suave y tersa...

Quizás me desvanecí pensando en un futuro que no sería parte de mi vida porque sencillamente no estaría, no sabría darle una característica general al ésto, sólo se que te quiero para hoy, para mañana será tarde, y no tendré más que agonizar bajo los efectos de los reproches que mi mente imaginará que me das.

Para mañana tocarás a mi puerta y ya no estaré, pues me iré a la cama bajo una embriaguez con vino y no querré despertar jamás, lo único que disfrutaré será soñar que ésto no ha pasado, que sin querer te has ido, que no he dejado de soñarte, que no has dejado de soñar...

Ya no te veo y no es mi intención, para ver texturas toco, para conocer personas escucho y así se me dan las cosas desde que se nubla mi vista, desde que con una caricia desalentadora te di un pasaje sin retorno a otro universo, pero aún sigues aquí. no tangible, para atormentarme y para reprocharme que todo iba mal, que yo lo hice peor.

No fue mi intención no desearte, no mirarte más, no tocarte, no fue mi intención que tu voz no se oyera, no fue mi intención quitarte el aliento, pero necesitaba paz y ahora es lo menos que tengo, ¿Qué hago? ¿Qué hago conmigo y sin ti?...

Fragmentos sobre una noche de estancia en la morgue...

"Los sonidos del retumbar de unos pasos nunca fueron más acertados,
por un consuelo de soledad..."
quiere decir que si escucho pasos realmente existen.

La idea y el imaginar quedan sobrando ante el augurio confuso de un sostén inaudito,
"La especulación, las frases de duelo, la ausencia de causas, las explicaciones sin base,
palabras por decir..."

Lo inefable y a la vez simple de una desaparición física,
la mezcla de aspectos, de visiones, de materiales biomédicos, 
la morgue...

El nacer, el morir, lo implícito del mensaje de la vida, 
aún indescifrable, aún inmemorable,
desconociendo si es corto o si es preciso, 
si es tangible, breve, fugaz, opresivo...

Maricarmen Páez A.

lunes, 10 de junio de 2013

Privación de libertad...Relato de la homicida (parte 2)

Suponía cosas, siempre lo hice, pero en mis suposiciones nunca apareciste, ¿Eso quiere decir que eras real? ahora que te veo con mis propios ojos y que no eres producto de un pensamiento, empiezo a creer que eres una suposición y que en verdad no existes, lo extraño de todo ésto es que tu masa se hace palpable y tus vísceras huecas, lo sublime de ésto es que tu sangre aún está fresca.

Lo maravilloso que has sido al presentarte ante mi aquella lúgubre temporada de sexo, drogas y alcohol, eso no ha hecho más que jamás alejarte de mi sumiso pensar, nos podido nunca igualar el sentimiento de perfección que me llevó a la locura, pero al menos te has encargado de elevarme al sexto sentido de disfrutar con morbo tus heridas sangrantes. En tus fluidos vivos logré encontrar la nitidez de mi vida, el colorido que perdí un día por desilusionarme de mis suposiciones.

Entraste como una realidad y hoy...Con una sonrisa que no me cabe en la cara y detrás de éstas rejas me siento en armonía, y desde acá, si estuvieses vivo te invitaría un café y un cigarrillo, para compartir contigo, a quien amo.

Ésta infinita paz que me ha dado darte un principio con mis propias manos, ver como te elevabas a lo infinito y mis lágrimas apasionando mi tersa piel fue una situación inolvidable, fue una utopía infinita hasta que alguien golpeó la puerta y tuve que marcharme con el dulce sabor de mis lágrimas saladas producto de ti, de ti en otro mundo. Gracias por tu ayuda...

Privación de libertad... Relato de una mujer en la cárcel.

Un roce tan suave que no merecía ser llamado ráfaga, eso era en la realidad, pero en mi piel era un corpúsculo sensible el que me daba señal que ésto era como un ciclón, un susurro, una voz suave, una palabra de pocas sílabas, pero al internalizar era la melodía perfecta.

Me preocupa al principio el misterio de no dominar mis propias fuerzas, pero luego termino por aclararme un poco, por sucumbir la niebla y me doy cuenta que tengo ante mi el paisaje más maravilloso jamás imaginado, un paisaje infinito, con el perfecto acabado que solamente la naturaleza otorga, sin ningún otro ruido que mi conciencia retumbando en mis oídos, diciendo que ha llegado la hora de cambiar, de no tener miedo.

De pronto escucho caer una moneda y repentinamente despierto, todo lo relatado se ha ido, me encuentro acá, entre las mismas rejas de hace 20 años, con mis compañeras de celda, con mi comida nefasta, sin más argumento que potencie mis ganas de vivir que el de la vida misma y su complejidad, de nuevo me pregunto ¿De qué vale una vida sin libertad? por más que he analizado, y si alguien sabe de privación soy yo, que viví lo soñado por cualquier mujer, que tuve en mis manos tanta belleza, tanto poder, todo lo que añoré, lo que solamente tuve osadía de pensar lo tuve...

!Pero una vida sin libertad no es ésto! yo no hablo de éstas cuatro rejas, hablo de mi propia voz, de mi propio encierro, de mis ganas de salir corriendo no se a dónde, ésta celda es lo menos que me atormenta, ésta celda es todo y a la vez es nada, para mi es un resultado, es mi resultado, para mis víctimas es un beneficio, es un alivio, pero resulta que ésta celda no es nada.

Privación de libertad es mi voz que por mucho que grita no se puede escuchar, no se sabe expresar, privación es querer confesar algo a una persona que ya no está, que con mis propias manos fui capaz de matar, sin decirle la verdad, sin decirle lo que me aquejaba, lo que sucedía, ahora me doy cuenta que esa es mi propia cárcel, mis propios demonios, están aquí y me aconsejan, sin embargo no puedo hablar, presa de mi propia voz.

Mientras el ciclo de mi existencia se resume a ésto, a soñar y a caer en realidad no dudo en de nuevo aspirar de éste polvo que me lleva a volar, a sentir un poco de aire, de ráfagas de viejo, a sentirme como un cometa, y volar, desaparecer de aquí y verte, sentir que tu susurro no es fruto de mi imaginación, y a la vez explicarte que nunca fue mi intención acabar con tu vida, que sencillamente se me pasó la mano por quererte de más.


miércoles, 5 de junio de 2013

Carta de despedida... Todo eso que sucede después de una pérdida inesperada, lo que queda...

De nuevo me encontraba en ese diván, tratando de invertir lo presente, mis viejas memorias de nuevo acechando, y el psiquiatra allí, sin escucharme si quiera.
Pasará inadvertido el viejo retrato de la mesa de noche, pasarán sobriamente ignoradas aquellas tazas de café que no serán más que quejumbrosos recuerdos...

Aquella tarde de abril, todo pintaba de colores, todo era natural, cálido, bello, una tarde de verano, en familia, sin explicación todo se apagó, y sin meditación te tomé en mis brazos mientras lo único que pensaba era si había manera de devolverte a la vida, si era posible darte la mía para que te quedaras, que no te fueras, que no me dejaras...

Sin sentir todo eso como algo real me fui hundiendo cada día más en algo que se convirtió en mi día a día, ya lo cotidiano para mi es sentarme frente a la ventana a ver los pájaros, los que tanto te gustaban, a ver cada esquina de éstas cuatro paredes, donde siempre estabas, a ver el humo del cigarrillo esparcirse en el aire cada día más tenue, más agrio, más decaído, más sin ti...

No muchos logran entender que mi compañía ausente no fue tangible nunca para nadie, era mi cordura, mi razón arrebatada por un episodio de ira de esos que te ciegan, que te abandonan y te dejan a la deriva de algo que pueda ser, pero que lamentablemente no volverá, que desde que te fuiste perdí lo más preciado, que no hago más que mirar al cielo y mil veces preguntarme porqué pasan éstas cosas, que mi mayor pecado fue siempre querer darte lo mejor y que tratando de hacer eso te perjudiqué tanto...

Lloré tanto, fingí tanto no morir, intenté siempre no decaer ante los demás, pero no pude, mi vida perfecta se acabó en abril, en ese mes te acabaste tu, se acabó la vida que me llenaba de estabilidad, ahora soy el papel en llamas, las trazas de algo, los restos, las ruinas, ¿qué hago contigo y sin mi?... Sin siquiera una carta de despedida.

El buen hijo

Ir a dormir sin pensar en lo que pienso no es dormir, mucho menos es pensar... Es el aborto de ideales que se fecundaban en mi mente, que quizás serán una de las estructuras del futuro que en este momento empiezo a forjarme...

No puedo decirle adiós a un desconocido, ni por mucha cortesía, ni por poca valentía, un adiós no es una palabra fácil, pero no entra en mi criterio de palabras complejas. Cuando nace un adiós mueren algunas esperanzas que empezaban su vida a base de ilusiones, cuando nace el adiós empiezan a desarrollarse miles de pesadumbres que permanecieron ocultas en los amaneceres de la vida, y es exactamente en el momento cuando muere el adiós en el que los escalones hacia la justicia suelen derrumbarse sin razón aparente.

Puedo ser una maestra y no dar clases, o bien, dar clases y no ser maestra, pero no por eso sería correcto aplicar "La causa justifica los medios", no por eso iré a dormir sin tener en que soñar, no por eso dejaré triunfar las nulidades de veredictos pueriles dictados por adultos confundidos con su mínimo poderío, no por eso voy a fracasar, mucho menos le daré la bienvenida al adiós cuando ni siquiera se fecundó en el óvulo del destino.

!Adiós!... No se si seas el buen hijo y te decidas a volver a casa, pero si así ha de ser no te cerraré las puertas, no pienso desfallecer antes un camino lleno de rocas que me resulta conocido pero absurdo, sin embargo... Justificable.

Maricarmen Páez A.