miércoles, 14 de noviembre de 2018

En lo mismo

Vaya incongruencia, el dedicar la existencia sin razón a una benevolente causa de ayuda al prójimo, para perpetuar su vida, !como si una razón de ser tuviese!

¿Realmente vale la pena desgastarnos en un empleo que al tener nuestra ausencia nos repondrá en menos de 24 horas?

No vale la pena en lo absoluto llenarse de tanta infelicidad que viene representando un vacío que quema, que ensordece, que del mal sentir nos deja mudos, en inanidad.

Quizás si omitimos pensamientos se podría decir que seríamos seres muy felices, viviendo sin razón de ser, dejando pasar y sin cuestionar, sin rebelión por la injusticia que representa la vida misma o como sea que se llame esta agonía de respirar sin saber desde otro punto que no sea fisiología, del por qué se hace.

Hace ya muchos días que no recuerdo lo que es estar feliz, que no se lo que es querer, que no se lo que es tener empatía, ánimo, razón de ser y de hacer, hace varios días que ese vacío que les comenté me está consumiendo, que es peor que una droga que es peor que vivir.

Tengo lo que conozco de mi existencia pensando en que es muy cuestionable todo esto que nos ha tocado aprender, que a su vez es absurdo todo esto que nos toca vivir, la rutina, la desidia, cuánto lamento y cuánta pena, cuántas ganas de dormir eterno, y de no saber.

Reproches de palabras repetidas, de un teclado absurdo, de palabras pueriles y retraídas, retrasadas de la actualidad, lúgubre día. Mañana se repite todo, ¡Maldita sea!

Maricarmen Paez

No hay comentarios:

Publicar un comentario