domingo, 2 de junio de 2019

Imaginaba...

Me imaginaba a tu lado cuando el frio de la noche y la ausencia de tus manos en mi piel ardían en la madrugada.

Me imaginaba... Imaginaba que nada de esto había pasado, que era el mismo ser pensante de hace más de un año. 

Imaginaba, y mi mente era y es un arma poderosa para evadir lo que no conviene a mi realidad. 

Imaginaba que estaba feliz a tu lado, en familia, con amor de sobra, con amor que nos sale por los poros,  y cuando imaginaba eso mi alma sentía calma, sentía quietud y daba una breve pausa a ese sentir amargo de extrañarte. 

Imaginaba lo que sería de mi cuando por fin te olvide; si es que lo logro, imaginaba mi vida fría de sentimientos y amplia en éxitos profesionales y virtudes humanas, incrédula del amor. 

Imaginaba... Imaginaba tu sonrisa dando de nuevo los buenos días, llevando el café a la cama... Hasta que caigo en cuenta, y resulta que no imaginaba, que recordaba...

De recuerdos vivo, y en base a recuerdos mantengo silente este corazón cansado de latir, estas canciones de Sabina sin escuchar, estos discos sin sonar, estos labios sin besar. 

Imaginaba que mi musa había muerto, que no volvería, imaginaba mal, agradezco tu presencia y tu ausencia en mi vida. Siempre me has hecho bien, aun cuando no has estado, me has enseñado.

Donde quiera que estés, un abrazo en la distancia que me imaginaba que no existía.  

Maricarmen Paez 

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