domingo, 19 de mayo de 2019

Ha muerto una musa.

En la hora imprecisa, el camino incierto me grita peligro.

El camino andante me muestra olvido.

Me he hecho la vista gorda y el canto mudo.

Ha muerto una musa, ha muerto una estrella.

Se lleva con ella palabras hermosas, se lleva mi risa con sus apellidos.

Me trae la calma de la soledad, me trae la memoria que evade.

Ha muerto la musa, y llega con ello la alergia al romance.

Ha muerto la musa y deja al poeta.

El poeta no sabe si sigue escribiendo, si sigue cantando.

Ha muerto la idea de flores al altar.

Ha muerto la musa con su idea de maternidad.

Se ha ido el recuerdo de un 14 más.

Son versos tristes, es luto activo, ha muerto mi musa.

Ha muerto quien siente palabras directas.

Ha muerto la fuente de mi idilio complejo, de mis frases exactas.

He muerto una musa, y deja un teclado viudo y un poeta ciego.

Maricarmen Paez A.

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